jueves, 6 de octubre de 2011

¿Me oxidaré como el metal bajo la lluvia? ¿Podrá alguien arreglarme después de vivir tanto tiempo bajo el agua? No me ahogo, pero no respiro. Ya no necesito el oxigeno. Tengo los ojos abiertos y no puedo ver. Mis oidos no pueden escuchar lo que me dicen, solo escuchan un tic-tac, que se acelera cada vez más. Un tic-tac que se burla de mí, que me pisa los talones y me hace tropezar. Quizás debería caer finalmente.

1 comentario:

Rehén dijo...

Me gustó. Me sentí bastante identificada :S