lunes, 28 de noviembre de 2011

Podría terminar todo en 10 segundos. Y ya nada cambiaría.
El dolor se iría de mi. Y yo ya no sería lo que odio.
Puedo dejar todo atrás.
Ya no más lágrimas en mi cara. Ya no más mentiras olvidadas.
Si doy el salto, podré volar.
¿Habrá alguien esperándome?
Mi soledad es el castigo más grande que me tocó.
¿Quién podrá besar mis labios fríos y sangrientos?
Por favor, rescatame.
Toda mi vida es una actuación, todo lo que ven es un disfraz.
Siempre es Halloween para mí.
Y reparto mis dulces envenenados para que no puedan descubrir lo que en verdad soy.